MARIA 24 diciembre 2011 con audio
Original en francés
www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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Yo soy MARIA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Hijos Bien amados,
vengo a expresarme por segunda vez entre ustedes. Querría en este
instante colocar las bases, hasta cierto punto, del devenir de la
Conciencia, del devenir del Ser de Luz que ustedes son, en el tiempo que
se abre.
Dejaré al Comendador de los Ancianos, en algunos días, expresarles un cierto número de verdades concernientes a este Templo en que viven, en ese cuerpo que habitan, permitiéndoles, ahora (para aquellos de entre ustedes que lo deseen ardientemente), establecerse en la Unidad. (Nde: O.M. AIVANHOV intervendrá el 27 de Diciembre próximo- ninguna canalización pública está organizada). Muchos entre ustedes, mis Hijos, viven las modificaciones importantes de su conciencia. En ese Templo que es vuestro cuerpo, las percepciones más o menos intensas se hacen día y traen su conciencia (eso que ustedes Son) a colocarlos en los nuevos espacios, en las nuevas Dimensiones. Los Cielos están abiertos, en ustedes, y les permiten beneficiarse de momentos intensos de Luz. Muchos entre ustedes experimentan en alguna forma la inminencia de eventos importantes. Les hemos dicho siempre las unas y los otros, así como los Ancianos y los Arcángeles, de no buscar fecha porque como el mismo se los dijo (mi hijo se los dijo) “Vendría como un ladrón en la noche”.
Hoy, el conjunto de las Puertas, el conjunto de las funciones de este Templo que habitan en ese cuerpo están dispuestas a acoger. Más que nunca, la Llamada de la Luz en ustedes, conduciéndoles a vivir los mecanismos del Ser de Luz que son. Más allá de vuestras percepciones, más allá de las experiencias de vuestra conciencia, constatan que vuestra conciencia ella misma, incluso en el desarrollo de vuestra vida, aquí sobre esta Tierra, se vuelve diferente preparándolos de alguna manera, a cada uno, a vivir este Encuentro.
He aquí algún tiempo, les había hablado de las señales en el cielo. Había empleado un cierto número de expresiones que, hoy, se hacen día para ustedes. Pero lo más importante no es eso que pasa sobre esta Tierra ni sobre sus Cielos sino en ustedes. Porque efectivamente, eso que viven y eso que vivirán solo será función de su capacidad para reforzarse en la Humildad y en la Simplicidad, para borrar toda veleidad vinculada a que la personalidad se refuerce. De esta forma, la Luz del Ser que son se reforzará y vendrán a trascender la totalidad de las zonas que pudieran aún existir, no suficientemente aclaradas, ilustrando así la frase: “Busquen el Cielo y el resto se les dará por añadidura”. Eso llega, actualmente, individual como, muy pronto, colectivamente.
El Canal Marial que se formó, permitió a mis Hermanas y a mí, de trabajar en ustedes, de comulgar con ustedes. Hoy, lo más importante en esta noche de solsticio y de nacimiento particular, lo importante es Comulgar con la Luz porque esta es la única Verdad, la única utilidad y la única cosa que sea Eterna. En este cuerpo que habitan y que habité, todos pasamos por las etapas particulares y sabemos que en ese cuerpo de la carne de la Tierra, hemos sido efímeros. Pero que existe alguna cosa que está más allá de este transitorio. Y eso que descubren hoy no es una idea, un concepto o una percepción sino mas bien la Verdad de su Eternidad. La Eternidad es Luz, ella no es más un cuerpo, fuera el del Êtreté. La Luz es el Espíritu: el Espíritu de Vida, el que es Amor, el que es Luz. Ustedes lo descubren
Dejaré al Comendador de los Ancianos, en algunos días, expresarles un cierto número de verdades concernientes a este Templo en que viven, en ese cuerpo que habitan, permitiéndoles, ahora (para aquellos de entre ustedes que lo deseen ardientemente), establecerse en la Unidad. (Nde: O.M. AIVANHOV intervendrá el 27 de Diciembre próximo- ninguna canalización pública está organizada). Muchos entre ustedes, mis Hijos, viven las modificaciones importantes de su conciencia. En ese Templo que es vuestro cuerpo, las percepciones más o menos intensas se hacen día y traen su conciencia (eso que ustedes Son) a colocarlos en los nuevos espacios, en las nuevas Dimensiones. Los Cielos están abiertos, en ustedes, y les permiten beneficiarse de momentos intensos de Luz. Muchos entre ustedes experimentan en alguna forma la inminencia de eventos importantes. Les hemos dicho siempre las unas y los otros, así como los Ancianos y los Arcángeles, de no buscar fecha porque como el mismo se los dijo (mi hijo se los dijo) “Vendría como un ladrón en la noche”.
Hoy, el conjunto de las Puertas, el conjunto de las funciones de este Templo que habitan en ese cuerpo están dispuestas a acoger. Más que nunca, la Llamada de la Luz en ustedes, conduciéndoles a vivir los mecanismos del Ser de Luz que son. Más allá de vuestras percepciones, más allá de las experiencias de vuestra conciencia, constatan que vuestra conciencia ella misma, incluso en el desarrollo de vuestra vida, aquí sobre esta Tierra, se vuelve diferente preparándolos de alguna manera, a cada uno, a vivir este Encuentro.
He aquí algún tiempo, les había hablado de las señales en el cielo. Había empleado un cierto número de expresiones que, hoy, se hacen día para ustedes. Pero lo más importante no es eso que pasa sobre esta Tierra ni sobre sus Cielos sino en ustedes. Porque efectivamente, eso que viven y eso que vivirán solo será función de su capacidad para reforzarse en la Humildad y en la Simplicidad, para borrar toda veleidad vinculada a que la personalidad se refuerce. De esta forma, la Luz del Ser que son se reforzará y vendrán a trascender la totalidad de las zonas que pudieran aún existir, no suficientemente aclaradas, ilustrando así la frase: “Busquen el Cielo y el resto se les dará por añadidura”. Eso llega, actualmente, individual como, muy pronto, colectivamente.
El Canal Marial que se formó, permitió a mis Hermanas y a mí, de trabajar en ustedes, de comulgar con ustedes. Hoy, lo más importante en esta noche de solsticio y de nacimiento particular, lo importante es Comulgar con la Luz porque esta es la única Verdad, la única utilidad y la única cosa que sea Eterna. En este cuerpo que habitan y que habité, todos pasamos por las etapas particulares y sabemos que en ese cuerpo de la carne de la Tierra, hemos sido efímeros. Pero que existe alguna cosa que está más allá de este transitorio. Y eso que descubren hoy no es una idea, un concepto o una percepción sino mas bien la Verdad de su Eternidad. La Eternidad es Luz, ella no es más un cuerpo, fuera el del Êtreté. La Luz es el Espíritu: el Espíritu de Vida, el que es Amor, el que es Luz. Ustedes lo descubren
Entonces, que eso pase por la Gracia, que eso pase por ciertas dificultades, que eso pase también por ciertas evidencias, recuerden que cualquiera que sea vuestro camino individual, convergerán todos hacia eso que Son en la Eternidad. Allí donde no hay más sufrimiento. Allí donde no hay más muerte. Allí donde no hay más falta. Allí donde no hay más preguntas. El cuerpo ha manifestado en esta carne muchas cosas. Lo saben, ustedes que leen mis palabras o que me escuchan. Porque saben que eso que viven en ese cuerpo no está allí por casualidad. Entonces, no volveré de nuevo y no me extenderé sobre eso que no me concierne: que ustedes llaman eso las Lámparas, las chakras (cualquiera que se ala terminología de nuestros hermanos orientales), más allá de todo eso, hay la Conciencia pura que, ella es Eternidad. Eso lo descubren en vuestros momentos de Alineación, en vuestros momentos privilegiados, en vuestras noches, en los momentos en que la Luz los llama, más que a otros.
Entonces, por supuesto, podemos, de nuestro lado, concebir que para ustedes ciertas de estas llamadas pueden ser desconcertantes, porque los hacen salir, de alguna manera de lo ordinario de la vida, tal como sus sentidos, sus ideas, se los dan a vivir. La Luz es Eternidad. Ella no está inscrita en lo efímero. La llamada de la Luz, más que nunca los invita, ahora, a vivir eso que son. La Luz los invita a Ser, y no a otra cosa. Llevándoles a ver, por el Corazón, por la Visión Etérica, por vuestras propias percepciones, su naturaleza, que es la vuestra. En ciertos de los momentos que viven, no hay más edad, no hay más cuerpo, no hay más que hacer la vida ordinaria. Esto no es una fuga, al contrario, sino la instalación de la Verdad, en ustedes.
Muchos entre ustedes han trabajado desde hace años, antes de las Bodas Celestiales, a encontrar lo que son. En la actualidad, lo que viven, es lo que encontraron, es decir lo que Son (que ustedes nombraban eso la Vibración o el Silencio Interior, que eso sea los diferentes sonidos que comienzan a oír o que oyen desde hace tiempo), todo converge hacia esta Llamada final de la Luz. Todo está listo. Están ahora, no más en la espera ni en la esperanza sino están en la recepción total de lo que Son.
De su facultad a acoger lo que Son, en la Eternidad, la Eternidad se volverá vuestro cotidiano, aquí mismo, sobre esta Tierra, en este cuerpo. No hay más barrera. Los Cielos se rasgan para ustedes. A vuestra manera, se comunican a los diferentes estados del Ser que son, a las diferentes Dimensiones, como ustedes dicen. Por momento (y eso va a devenir cada vez más intenso) se perciben como Verdad en la Eternidad, mientras que su cotidiano, su vida (al sentido ordinario), le parecerá como un sueño. Y la Luz se volverá poco a poco, vuestra única realidad. Preparándoles a vivir este Encuentro final con la Luz
Porque lo que viven en estos momentos allí, los llena de Gracia, de Alegría, de Paz, que es difícilmente obtenible en la vida ordinaria. La Alegría se vuelve vuestra Verdad en esos momentos. Entonces, ¿Cómo los placeres de la vida ordinaria pueden rivalizar con esta Alegría? ¿Cómo los compromisos que son lo ordinario de la vida pueden persistir ante esta Alegría? La Conciencia los lleva a plantearse, no más preguntas, sino a colocarse la buena respuesta, para someterla a ustedes mismos: ¿Van hacia vuestra Eternidad? Solo vuestra Conciencia lo sabe. La Comunión se llena, ahora, de elementos nuevos, llevándoles a vivir, en esos momentos de Comunión, los estados de Fusión, además de Disolución en la Luz que es vuestra Eternidad.
A ustedes les corresponde saber si hay aún en la persona que son aquí sobre esta Tierra, las resistencias a esta mariposa que está dispuesta a volar. Por supuesto, existen sobre la Tierra, ustedes lo saben, aún resistencias a la Luz. Estas resistencias solo son el resultante de los miedos. Porque la Luz no es de este mundo y sin embargo, viene a establecerse en este mundo y sobre este mundo. Es eso, precisamente, lo que están a actualizar en ustedes, a realizar en ustedes. Más allá de las percepciones de vuestro propio cuerpo, más allá de las experiencias de vuestra propia Conciencia, es necesario ir, ahora, hacia esta Libertad, hacia esta Liberación.
La intensificación de los procesos de Luz, traducidos en términos de intensificación de vuestras propias Vibraciones (los mecanismos de Elevación y de Ascensión, como ustedes los nombran), se refuerza cada día. Todo eso que hay en alguna forma a manifestar, es la Alegría de la Libertad, la Alegría de la Liberación. La Alegría de Ser, por fin, aquí mismo, allí donde están, en las Primicias de la Eternidad. Ya que la Eternidad es ausencia de sufrimientos y ausencia de miedos, ausencias de faltas. Todo eso, lo descubren, cada uno a su manera y eso va a devenir cada vez más evidente si escuchan eso que les dice vuestro Corazón. Si ustedes vieran eso que es vuestro Corazón.
La mirada separada se aleja de ustedes. La conciencia fragmentada de la persona que son se aleja, también de ustedes, por supuesto, no rechazando la persona que eran sino, bien, transcendiéndola por la Conciencia de esta Eternidad que está en ustedes y que se instala. Este trabajo no es un trabajo: es la Obra, la Gran Obra de la Luz, la Obra al blanco, ella que después de la Fusión de los Éteres los restablece en vuestra integridad, la de la Luz, la del Ser que no está más cortado de la FUENTE, y que ya no está limitado por cualquier encarnación, ni por cualquier ley de este mundo (o de esta matriz, como la nombran). Todo eso, están viviéndolo en Verdad, trayéndoles poco a poco a colocarse en esta Eternidad. Allí donde no existe límite. Allí donde no existe duda, y sobre todo ningún sufrimiento.
A lo mejor aceptan lo que son, en Eternidad, a lo mejor su transitorio se pasará, a lo mejor su persona integrará eso que son. Sin hacer preguntas. Sin buscar cualquier cosa. Simplemente, estando en el Ser, en el Amor, en la Humildad, en la Simplicidad, el reino de la Luz se establecerá en ustedes, de manera espontánea y autónoma. Por supuesto, habrá nuevos marcadores, en este templo que es le cuerpo, donde se realiza esta Gran Obra. Por supuesto, el Comendador de los Ancianos les dará algunos elementos concernientes a esas manifestaciones porque esas manifestaciones son, en alguna forma, los testigos del acceso a la Eternidad y de la instalación en la Eternidad, de vuestra Presencia, de vuestro Êtreté, tal como lo viven en vuestra Conciencia.
Un escalón viene a ser franqueado. Incluso si no son capaces de poner palabras o una lógica, esta lógica y estas explicaciones existen. La preparación a esto que es la Luz es una preparación Interior, hecha de fe, de confianza, de Abandono, de no resistencia a la Luz. Así pues, los invito y los convido a este Banquete de Luz, estando cada vez más en el tiempo de su Eternidad, más allá del tiempo de lo efímero. Los invito para sumergirse porque toda fuerza saldrá de allí. Porque a lo sumo dejarán crecer la Luz en ustedes, sumergiéndose, más vuestro efímero (de vuestra persona) se volverá fácil. Incluso si existen las resistencias al exterior como al interior de ustedes, no se demoren con ellas. Dejen simplemente florecer lo que son, cada vez más.
La Luz se establece, cada vez más firmemente sobre esta Tierra, en vuestros cielos, en esta Dimensión donde están. Estamos todos más próximos de ustedes, porque somos ustedes. Vuestra Conciencia lo sabe porque ella lo vive, desde el instante donde abandonan las dudas, desde el instante donde abandonan toda creencia y toda certeza en lo efímero. Porque la única certeza es la de lo que son: la Luz y la Eternidad. Es lo que viven, incluso si cada uno puede traducirlo en palabras diferentes. Los diferentes sonidos que perciben, quizá, desembocan ya en algunos de entre ustedes, sobre eso que es nombrado el Coro de los Angeles. Este Coro de los Angeles que es el éxtasis y el intase, que es el estado mayor de Samadhi (como decían nuestros amigos Orientales) que les permite establecerse de manera absoluta, en el Absoluto. En este estado allí, ya nada de lo efímero puede alterarlos porque ustedes viven la Verdad última, la Verdad perfeccionada de su Ser.
He aquí las generalidades de esto que tenía que transmitirles. Volveré, por tercera vez, el mismo día a la misma hora, en una semana. Hasta entonces, muchos entre ustedes habrán crecido aún en Luz y en Eternidad. Lo que, hasta ahora podría aun dejar en ustedes algunas dudas, se volverá una certeza y una evidencia absoluta, acercándoles, mucho más, del momento colectivo de la Tierra y de la humanidad. Nosotros los colmamos de Gracias. Los acompañamos en la Unidad de la Luz.
Hijos bien amados, les transmito, ahora, toda la Gracia de nuestra Comunión, de nuestra Fusión y de nuestra disolución en la Eternidad. Vivamos eso juntos. Esa será mi manera de saludarles y de Comulgar. En el Amor. Por el Amor. Y por la Vida Eterna que es la Gracia y la Luz.
... Efusión Vibratoria / Comunión...
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