MARIA 25 de Agosto 2011 con audio .
Original en francés
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
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Traducción: Hedyn Núñez.
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Soy María Reina de los Cielos y de la Tierra. Mis amados hijos, como les dijera, estoy de nuevo antes del 26 de Septiembre y vengo, en función del desarrollo, del despliegue de la Luz y la apertura de la Puerta del Cristo, en la Tierra, del despliegue y la llegada de Jerusalém. Es así, que vengo a traerles, con todo mi Amor de Madre, palabras de Alegría y palabras de Gracia. Vengo a decirles de prepararse a la Alegría ya que lo que viene es Alegría. Vengo a decirles de abrir vuestro Corazón a la Luz, de cruzar la Puerta ya que el momento llegó de vivir la Alegría.
Se privó, a este mundo desde hace mucho tiempo, de la Alegría del Espíritu y el Amor. Este mundo fue el terreno de una serie de experiencias. Estas experiencias (en las cuales participaron) no son la Verdad. Eso lo esperan, lo temen y lo piensan. Lo que eso sea, ahora va, a llegar a vuestra Conciencia. Entonces, es necesario prepararse. ¿Cuál es esta preparación? Prepararse simplemente, a ser la Alegría, a ser la Vida y ser la Naturaleza de vuestra propia Presencia. No hay nada que preparar, exteriormente. No hay nada que preparar, en vuestra cabeza. Hay solamente que prepararse, en el Corazón: siendo el Corazón amante y abierto para vivir el regreso de la Alegría. Todo eso llega ahora, a grandes pasos yo diría, con fuerza y estrépito, y lo que se rompe no es el Corazón. Lo que se rompe es precisamente, lo que no es el Corazón. Entonces, les queda acoger la Unidad, la Verdad y vivirla. Es en el sentido que vengo a exhortarles a que se preparen. La preparación no necesita de cosa alguna externa. La preparación no necesita de circunstancias. Ella sólo tiene, necesidad de que estén presentes y amantes, que estén entre vuestros 4 Pilares, lúcidos y conscientes de cada momento. En adelante, que vuestra esperanza se lleve a esta Alegría que (aunque no la conocen aún) les es prometida y viene, de verdad.
Es también para ustedes, la ocasión de percibir la Llamada. El Sonido del Alma, el Sonido del Espíritu, el Sonido de la Tierra, el Sonido del Cielo, las Trompetas, resuenan cada vez más fuertes. Ellos son también, una Llamada a vuestra preparación. Ellos son una Llamada a entrar y permanecer en el Amor y en recepción. Como eso fue dicho por los Ancianos, el tiempo se cumple ante vuestros ojos. Por supuesto, podrán siempre creer que nada hay allí y con todo, observen. Miren en ustedes. Estén atentos a lo que vibra vuestro Corazón. Esté atentos a esta Alegría que va a emerger, para los que no la viven aún. Van a aligerarse. Si aceptan (y están de acuerdo) a esta preparación del Corazón, todo va a establecerse ahora en ustedes, para permitirles vivir y acoger la Verdad. Ya no es tiempo, de tergiversar. Ya no es el tiempo de escuchar lo que dicen vuestros miedos. Ya no es el tiempo de escuchar lo que les dice cualquier cosa en torno a ustedes. La única cosa que debe escucharse, es vuestro Corazón. La única cosa que debe seguirse, es vuestro Corazón.
Así pues, mi Presencia esta noche, tiene simplemente por función; recordarles eso. Sé que muchos de entre ustedes esperan, una vez más (con esperanza o con miedo) lo que llega pero, se los digo como Madre, lo que viene no puede ser sino Alegría. Si ustedes mismos, se preparan en la Alegría, si ustedes mismos aceptan que sólo son Alegría, entonces ustedes vivirán esta Alegría, si bien por el momento, puede parecerles (a algunos de entre ustedes) realmente distante de su vida y de lo que perciben. Escuchen, a vuestros hermanos que ya ven la Luz blanca, presente por todas partes. Escuchen a sus hermanos que oyen el Sonido de la Tierra y el Sonido de la Llamada del Espíritu. Miren. Observen en ustedes y en torno a ustedes, todo lo que evoca esta Alegría. Por supuesto, los personajes que están en el miedo querrán a toda costa, que experimenten el miedo porque el miedo es el mejor medio (para estos seres) de alimentarse y de mantenerlos en la ignorancia de vuestra naturaleza profunda que es la Alegría y el Amor. Entonces, corresponde a ustedes saber lo que quieren seguir: a ustedes mismos y la Alegría de lo que son o a los que les hablan de miedo y que mantienen el miedo.
Progresivamente, van a percibir en vuestra Conciencia, ya que la finalidad y todo se resume simplemente, a la Presencia del Amor o a la presencia del miedo. No pueden elegir otra cosa que el Amor o el miedo. Entonces, si dieron un paso hacia el Amor (aunque, por el momento, no vivan la Alegría, ni aún la Unidad), a la hora en que la Unidad va a venir a ustedes, ella se manifestará en ustedes. Para eso, es necesario que les repita: “no tengan miedo”. Ya no se condicionen más en lo que condicionó a este mundo. Vayan, firmemente, hacia la Alegría y dejen la Alegría invadirlos. Para eso, sólo hay necesidad de vuestro propio Corazón. No hay nada que buscar, fuera del Corazón. Deben ir (como eso se dijo) cada vez más hacia la simplicidad ya que en la simplicidad, la Alegría y la Luz van a resultarles de una evidencia ( de tal evidencia) que en ese momento, se preguntarán incluso, cómo es que han podido pasar al lado. Entonces, estén atentos. Como eso se dijo, velen y oren. Eso quiere decir simplemente, estén lúcidos y estén en esta esperanza del Amor que viene a ustedes. Que ya lo hayan vivido o no, no tiene importancia ya que van a vivirlo. Hay que dejar todo lo que puede venir a desplegarse como resistencia y lo que puede venir a aflorar, en los miedos que aún no evacuaron. No den peso ya a eso que ustedes no son. Deben saber lo que quieren ver. Les corresponde elegir el miedo o el Amor y eso es realmente la única elección, la única Verdad.
Vengo hoy simplemente, a alentarlos. A 4 semanas de nuestra cita, vengo a pedirles como Madre de ser la Alegría, de encarnarla aquí, sobre la Tierra en este cuerpo, cualquiera que sea el estado de este cuerpo. Vengo a pedirles de ser la Alegría, cualesquiera que sean los miedos que están aún presentes pero que van a iluminarse y simplemente, van a ser bañados en el Amor y la Alegría. Vengo a pedirles estar en vigilia y en oración, esa del Corazón abierto y amante. Vengo a decirles de no entretenerse en el estruendo del mundo, que no es más que el estruendo de la Ilusión que se derrumba. Recuerden que, lo que sea que vive vuestro cuerpo, que lo que sea que vive vuestra personalidad, en cada uno de ustedes (sin ninguna excepción) hay un Centro y este Centro es Amor y está allí, desde la Eternidad, incluso si ha estado oculto y encerrado. Hoy día, la Puerta está abierta. Sólo tienen ustedes que entrar en este Templo. Cualquiera que sea el cuerpo (cualquiera que sea su ligereza o su gravedad), cualesquiera que sean los miedos (que animan, aún, vuestra vida o personalidad), cualesquiera que sean las pruebas, recuerdan que la Luz, el Amor y la Alegría son la Inteligencia Suprema que es la solución absolutamente a todo.
Ustedes (por ustedes mismos, en la personalidad), ya no podrán nada y cada vez menos. Sólo el Amor puede todo y podrá, cada vez más; todo. Es eso que hay que esperar y que hay que ver desplegarse en ustedes, ya que es la única Verdad. Todo el resto hace parte (como lo dije) de vuestros miedos, de los condicionamientos, de las cosas que estaban precisamente, vinculadas a la ausencia de Amor. Una vez más, no juzgan a nadie y menos a ustedes mismos. Conténtense de acoger y vivir la Gracia. Cualquiera que sea el estado del cuerpo, cualquiera que sea el estado del momento, es un momento inscrito en ustedes, que trasciende completamente todo eso. Tienen, que concientizarlo (es decir, estar dentro y no fuera de eso) y eso está presente cada vez más, en vuestro Corazón, no en las ideas, no en el futuro, ni en la vida cotidiana sino, en lo cotidiano de la vida, despojado de todo el resto (es decir, despojado de todo lo que no es la Vida) ya que si viven, este Reino del Cielo (esta Gracia y esta Alegría), todo el resto derivará de ahí, sin ninguna excepción. Desde ese momento, no podrán ya ser afectados por cualquier cosa que vendrá de ustedes, como del exterior. Se convertirán en esta Alegría y este Amor, enteramente ya que es vuestra Naturaleza y vuestra Esencia. Y eso es ahora.
He aquí el simple recordatorio que hoy quería formular, entre ustedes. Guarden, en su sentido más noble, la fe. No una fe ciega sino la fe de lo que son: Seres de pura Luz, Espíritus idénticos al Gran Espíritu, al Manantial-Fuente, inmutables y eternos. Es vuestra Naturaleza, más allá de los velos de la carne. Los velos que se rasgan ahora completamente, y les darán a ver (y a vivir) la Verdad de lo que les digo, si no lo viven aún. No olviden que para vivirlo, es necesario estar de acuerdo. No olviden que para vivirlo, deben asumir que no son el menor de vuestros sufrimientos (que sin embargo, parecen estar prendidos), que no son el menor de los miedos (que puede habitarlos aún), que sólo son proyecciones de ustedes mismos en una Ilusión total y que es en medio de esta Ilusión que hay que vencer la Ilusión. Pero, este “vencer” no es un combate. Es precisamente una capitulación y es ésta una capitulación a la Alegría y a la Gracia que supera a la Sombra, cualquiera que sea. Eso no es un combate. Es una comprensión de la Conciencia y una vivencia directa de lo que son.
Detengo aquí, esta noche mi mensaje. Volveré también (sin darles la fecha), probablemente aún 2 veces, durante el mes que va a pasar antes de la cita. Recuerden que solo ustedes pueden llegar a vuestro Corazón y no olviden, que en vuestro Corazón, no estarán nunca solos ya que serán el Amor y el Amor es todo. Solamente fuera del Corazón puede existir aún (y existirá todavía) el miedo, el sufrimiento y el dolor pero, a partir del momento en que se comprometen con la Puerta estrecha, el Cristo Está ahí. La Luz blanca ya está ahí y no hay ningún intersticio para el menor miedo, para el menor sufrimiento, para la menor Sombra ya que la Luz ilumina todo y el Amor es todo.
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